Los niños aprenden rápido y bien si sabemos enseñarlos. Y, no debemos olvidarlo, son los adultos del mañana. Existen materias socialmente significativas que, sin embargo, no tienen presencia en las aulas y que, sin duda, deberían encontrar su espacio. Una de ellas es la economía familiar. En este post te explicamos por qué acceder a una educación financiera es fundamental para nuestros hijos.

Un estudio muy revelador

Fundación Pwc y Fundación Contea han realizado un interesante estudio sobre por qué es necesario educar a los niños en economía familiar y empresarial. Para ello han analizado y comparado el estado actual de nuestra educación económico-financiera y cuáles son las principales carencias existentes. Sus conclusiones son claras: resulta muy positivo hacer que los más pequeños conozcan cuanto antes los fundamentos básicos de esta materia.

Evidentemente, en términos prácticos, antes o después se verán obligados a desenvolverse en este campo y habrán de tomar decisiones económicas en sus familias, la mayoría de ellas no demasiado sencillas. Si disponen de los conocimientos de partida, se sentirán mucho más seguros al hacerlo.

Sin embargo, existe un motivo aún más importante para apostar en las aulas por este tipo de formación infantil y juvenil. ¿Sabías que este aprendizaje dota a las personas de una mayor independencia, por lo que se hacen más autónomas y mejoran su autoestima, su ambición, su integración social y su calidad de vida? Esta es la principal conclusión desprendida del mencionado estudio y, por ello, la recomendación es que se incorpore esta material al currículo escolar, fundamentalmente en Educación Primaria, pero también en Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional.

Consecuentemente, debes considerar esta preparación como una herramienta importantísima para el desarrollo como individuo de cada niño o niña. Le permite progresar, crecer y ampliar sus horizontes de manera individual, familiar y, llegado el caso, también empresarial. Tal y como estás pensando, los menores con este tipo de conocimientos tienen más capacidad para gestionar su economía, autofinanciarse y, llegado el caso, apostar por el emprendimiento y autoemplearse.

Por supuesto, en el terreno microeconómico —el más directamente relacionado con la economía de las familias—, estos chavales también serán capaces de decidir con más criterio y acierto.

Principales conclusiones sobre la educación financiera

Te extractamos a continuación las principales premisas obtenidas del estudio impulsado por Contea y Pwc:

  • Es necesario introducir esta materia en las aulas desde edades tempranas.
  • En épocas de crisis, los países con una mejor formación económico-financiera se adaptan mejor.
  • La economía personal y empresarial es mejor cuando se ha asimilado la cultura del ahorro, la planificación económica y el buen uso de las alternativas financieras.
  • La educación en España es excesivamente teórica: es el momento de apostar por planteamientos mucho más prácticos y próximos al ámbito laboral.
  • La Unesco pone el foco en la fusión de teoría y competencias prácticas para optimizar la educación.
  • El profesorado debe estar motivado y preparado para realizar correctamente su función formativa, también en el campo de la economía.

En definitiva, es conveniente que tus hijos aprendan cuanto antes educación financiera. ¿Te sumas a la idea? Puedes empezar en casa con nuestra primera publicación «Mi primer presupuesto»