En mayor o menor medida, todos sabemos qué es un presupuesto familiar, un documento en el que plasmamos los futuros ingresos de dinero y los gastos requeridos para cubrir las necesidades familiares y afrontar las posibles deudas que tengamos.

En este artículo, queremos animarte a contar con él. Es una herramienta muy útil para tu bienestar económico y el de tu familia y, por ello, no deberías funcionar sin ella. Su finalidad principal es tener el control de la actividad económica familiar para procurar, cuando sea posible, ingresar siempre más de lo que se gasta, y gestionar cuanto antes la situación contraria. Además, te permite realizar proyecciones fiables sobre el futuro económico familiar y, partiendo de ellas, programar con más acierto el pago de tus próximas cuotas, las facturas mensuales, evitar duplicidades de cargos y, en definitiva, tomar las riendas de la situación.

¿Por qué debes tener un presupuesto familiar?

Son muchos los beneficios y las ventajas que te reporta elaborar estos presupuestos familiares. Lo esencial es partir de hacer el presupuesto anual, y lo ideal es no olvidarnos de realizar un seguimiento mensual por si requiere actualización. Si perseveras en este seguimiento, pronto adquirirás una visión global de la situación económica de tu familia, que te ayudará a tomar las mejores decisiones.

Además, presupuestar es de alguna manera una herramienta de ahorro, dado que te permite optimizar el uso de los recursos y racionalizar los gastos que realizas. Las suposiciones o las percepciones subjetivas nos llevan, a menudo, a decidir incorrectamente. Los hechos siempre sustentan la verdad y, actuar en base a ella, posibilita acertar en mayor medida.

Dicho de otro modo, gracias a estos presupuestos familiares estamos en mejores condiciones de evitar o combatir las deudas y alcanzar las metas y los sueños económicos previstos. Su elaboración te garantiza una vida más pacífica y segura, gracias al control real que proporciona sobre tu economía.

economía para niños

Beneficios prácticos de su elaboración

Desde un plano meramente operativo, las familias que cuentan con un presupuesto mensual obtienen las siguientes ventajas:

  • Controlar los gastos. La diferencia entre los ingresos y los desembolsos de un periodo generará un saldo que nos dará pautas de qué hacer para lograr nuestra tranquilidad económica. Si, ocasionalmente, los gastos son más elevados que los ingresos podemos estar en números rojos o déficit y, si esto se repite de manera constante, la situación terminará por ser insostenible. Con un presupuesto en la mano, seremos capaces de prever y aplicar rápidamente los ajustes necesarios para equilibrar las cosas, ya que es una radiografía de la realidad y contribuye a discernir cuáles son los desembolsos necesarios y cuáles los superfluos. De hecho, podrás identificar, si los hay, cuáles son absolutamente prescindibles si fuese necesario “apretarse el cinturón”.
  • Potenciar el ahorro. Los planes económicos solo se pueden hacer, de manera fiable, partiendo de la realidad. Si los ingresos y los desembolsos arrojan, al contrario de lo que planteábamos anteriormente, un saldo positivo, un superávit, conocerlo de antemano nos permitirá gestionar ese “extra” mucho mejor. Es un sobrante que quizá pueda ser usado en el futuro para el disfrute de un viaje en familia, por ejemplo. Otra opción puede ser ahorrarlo e invertirlo pues, llegado el momento, puede salvarnos si surge algún suceso imprevisto. Saber de qué fuentes y en qué cantidad llegan los ingresos y en qué conceptos gastas es fundamental para decidir correctamente, de forma realista y productiva, e incrementar tu ahorro.
  • Evitar las deudas. El endeudamiento es un mal mayor, una pesadilla familiar. Contar con un presupuesto te ayuda a vivir según tus posibilidades, teniendo claro hasta qué punto tu unidad familiar puede o no gastar en cada momento. Si el presupuesto no resulta equilibrado, has de hacer algo antes de que sea demasiado tarde. Cuando gastamos más de lo que ingresamos, el peligro económico nos ronda. Pero solo podremos poner remedio si estamos al corriente de la situación. Cuando tienes claro qué préstamos o deudas estás pagando y en qué cantidades, podrás priorizar, renegociar o adoptar las medidas oportunas para compensar la situación.
  • Permitirte caprichos específicos. Si tienes clara cuál es tu situación económica familiar, podrás dedicar, puntualmente, ciertas partidas a ocio, diversión, viajes y otros caprichos, sin ponerla en riesgo. Y lo harás con conocimiento de causa y sin ningún tipo de remordimientos.

¿Qué debe incluir tu presupuesto familiar?

Si ya hemos conseguido sensibilizarte respecto a la importancia de elaborar tu presupuesto de familia, el siguiente paso es ayudarte a empezarlo. Y, para ello, es fundamental que tengas claro qué aspectos debe contener y de qué manera realizarlo.

La tendencia innata de la mayoría de las personas, incluso de las que saben que se trata de una herramienta valiosa, es dejarlo estar para más adelante. Y, de este modo, como los propósitos de año nuevo, su realización queda, finalmente, aparcada para siempre.

Por eso, queremos animarte con una estos 5 consejos y una sencilla guía paso a paso para que puedas elaborarlo. Síguela y verás cómo empezar a elaborar tu presupuesto te cuesta muchísimos menos:

  1. Elige una herramienta que te sea cómoda para hacerlo. Hazlo en función de tus preferencias. Puede valer un simple cuaderno, o también una aplicación, una página web o una hoja de cálculo de Excel.
  2. Detalla tus ingresos. Compila e identifica todos los ingresos que recibes, considerando la procedencia y, sobre todo, la frecuencia con la que te van llegando. Diferencia entre los ingresos fijos, como la nómina, la pensión, o las entradas por rentas; y los variables, como una paga extra. Contempla también el dinero ahorrado en un fondo, si lo tienes, o el efectivo del que dispongas en cuentas bancarias. Suma todos estos conceptos y plásmalos, ordenadamente, en el documento que estás creando.
  3. Identifica tus gastos, clasifícalos, y determina cuáles podrías eliminar. Un factor importante a tener en cuenta es que, por lo general, nuestros ingresos son mensuales, pero los gastos son prácticamente diarios. Diferencia entre los gastos fijos, (el alquiler o la hipoteca, la mensualidad del colegio, los préstamos…); y los variables, (el combustible del coche, la calefacción, etc.). Piensa en todo, trata de no dejar nada en el tintero: alimentación, salidas nocturnas, regalos, cine, ropa, gimnasio, libros… Piensa incluso en aquellos gastos que podrías llegar a tener como, por ejemplo, el cambio de un electrodoméstico que ya comienza a fallar, para tener previstos hasta los gastos imprevistos. Si estás llegando en rojo, o casi, a final de mes, la solución más aconsejable es actuar sobre los gastos. Si tienes identificados de antemano los gastos prescindibles así como los gastos necesarios que podrías reducir, podrás equilibrar tu economía mensual rápidamente actuando sobre ellos.
  4. Ahorra, revisa y toma decisiones. Una vez plasmada, documentalmente, tu situación, debes actuar en consecuencia. Un objetivo realista es ahorrar entre el 5 y 10 % de los ingresos mensuales. Analiza al final de cada mes si estás alcanzando o no esa meta u otra a la que te hayas comprometido y aplica las medidas oportunas si mensualmente no se alcanzan.
  5. Comparte en familia el proceso. Hablar de dinero parece tabú, en ocasiones está mal visto pero, ¿cómo hacer y controlar que el presupuesto de toda una familia se cumpla, si todos y cada uno de sus miembros no lo conocen, y sus decisiones económicas no están alineadas con los objetivos que la familia, como conjunto, pretende alcanzar? Haz partícipes del presupuesto a tus hijos. Infórmales, cada uno en función de su edad, de aquello que creas que deben conocer para prepararles mejor para su futuro. Lo ideal es hacer juntos el presupuesto y, sin asustar ni alardear de lo poco o mucho que tienes, puedes decirles que la situación es delicada, llegado el caso, y que es necesario que todos sin excepción, controlen determinados gastos; o que tienen la suerte de que sobre como para hacer juntos un crucero. No tengas miedo de compartir la realidad económica familiar con ellos, es fundamental para salir adelante juntos, si la situación lo requiere, y te lo agradecerán cuando se independicen y ya tengan esa rutina aprendida.

Definitivamente, el presupuesto familiar es fundamental para controlar tu economía doméstica y vivir de forma equilibrada, tranquila y sostenible. Ahora ya sabes cómo hacerlo. ¿Cuándo empiezas?

Todo esto que te hemos contado puede parecer muy complejo pero, gracias a la guía que te facilitamos, podrás repasar los conceptos de ingresos y gastos que pueden tener las familias. Su finalidad es que pienses en tus ingresos y gastos en particular, y no se te escape ninguno a la hora de hacer tu presupuesto.

Pero si además, quieres introducir a tus hijos en el fascinante universo de la educación financiera tienes todas nuestra publicaciones disponibles a continuación.

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